viernes, 3 de junio de 2022

LO QUE LE SUCEDIÓ A UN REY CON UN ARQUERO FARSANTE

Historia hecha a imitación de los ejemplos del Conde Lucanor (por Joan Soler):





Una vez el conde Lucanor le dijo a Patronio, su consejero:

-Patronio, un mensajero me ha hecho saber que en las puertas del castillo hay un hombre afirmando ser rey de tierras lejanas. Dice que quiere dormir en mi castillo porque su reino le queda de camino. Como puede que me mienta, os ruego me digáis qué haríais en mi lugar.


-Señor conde Lucanor -respondió Patronio-, para que veáis cómo, según mi parecer, deberíais actuar, me gustaría contaros lo que sucedió a un rey con un hombre que le quiso engañar.


Preguntole el conde qué le había pasado.


-Señor conde Lucanor -empezó Patronio-, un rey fue avisado para acudir lo antes posible a la plaza de su pueblo. Había allí un hombre bien vestido sosteniendo la cabeza de, al parecer, otro hombre. Ahí se presentó el rey para ver qué estaba pasando.


-Señor, me presento, mi nombre es Luis y es un gusto para mí teneros aquí -dijo el hombre de la plaza dirigiéndose al rey-. Bien, supongo que os preguntaréis para qué os he hecho venir. Resulta ser que en mi mano tengo la cabeza de Jorge de Castilla, el ladrón más buscado. Así pues, y sin ánimo de ofender, me gustaría reclamar mi recompensa.


-Señor -dijo un noble al rey- tengo el presentimiento de que este hombre nos quiere engañar y dice haber hecho algo que no ha hecho. Por favor, mi majestad, créame.


-Señor -dijo el rey en voz alta dirigiéndose a Luis-, deberá perdonar mi ignorancia al preguntarle esto pero, ¿cómo conseguió matar a ese canalla?


-Su majestad, usted no necesita mi perdón. Soy un arquero y lo maté de un flechazo. Mi flecha le dio en toda la cabeza -respondió Luis.


-Bien, Luis -el rey hablaba-, ya para finalizar, ¿no tendría por aquí un arco y una flecha para demostrarnos su buena y magnífica puntería?


El arquero dijo que no, pero alguien que había por allí se lo dio. Todos vieron que Luis no era capaz de tensar el arco, dejando ver que nunca en su vida había cogido uno. El rey, enfadado, hizo llevar a Luis al calabozo acusándolo de farsante, mentiroso y estafador.


-Usted, señor conde Lucanor, pues ese hombre os pide dormir aquí, estad seguro de que sea quien dice ser. Yo os aconsejaría que también le pusierais a prueba.


El conde tuvo este consejo por bueno, lo puso en práctica y le fue bien. El hombre que decía ser rey, resultó ser otro farsante.


Viendo don Juan que este cuento era bueno, lo hizo poner en este libro y escribió unos versos que dicen así:


Si alguien es quien dice aparentar,

primero lo deberá demostrar.




Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...