viernes, 5 de septiembre de 2025

EL TERROR

Plasmar el terror me resulta difícil, y no por falta de experiencia, aunque quizá me pese la incomodidad de enfrentarme a él. Las vivencias personales las dejo para ejercicios posteriores, ahora solo he inventado a Helena, y es a ella a quien hago sufrir:

Helena es rica y famosa, por eso muchos codician lo que tiene y más de uno ha fantaseado con la idea de ocupar su lugar. Posee todo aquello que se necesita para ser feliz, dicen algunos, aunque toma barbitúricos para dormir. 

El día ha sido agotador en el estudio y se acuesta en su cama con dosel, cierra los ojos y repasa detalles de la jornada, asuntos que la desvelan, cuando le parece advertir un ruido en la cocina. Siempre ha sido aprensiva y en ese instante teme lo peor, aguza el oído y, efectivamente, oye pasos en la madera. Está asustada, alguien se acerca y no hay dónde esconderse, lo que provoca que tiemble sin remedio y que anhele salir con vida. Precisamente hoy se ha quedado sola, su padre ha conocido a una mujer a través de una aplicación de citas y esta noche cenan en el Delicatessen.

Se mete bajo la cama y la puerta de la alcoba se abre, entonces, unos pies enormes se le acercan y su ánimo flaquea. Procura contener la respiración, pero es inevitable, ese hombre que tiene a dos palmos de la cara intuye que está ahí, al tiempo que desafiante y divertido dice “¿A quién tenemos aquí?”. Helena sale por el otro lado y coge la lámpara de latón de la mesilla de noche, se acerca velozmente al intruso y le propina un golpe en la espalda.

El criminal la coge por el tobillo, la tumba y la arrastra hasta tenerla a su lado. Le rodea el cuello con las manos y Helena se horroriza; le está haciendo daño, las fuerzas van mermando y la visión se nubla. Tiene tiempo de pensar en que quizá su padre ha encontrado a una buena persona y lo está pasando bien. 


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...